Kings es tristemente relegada a verano

Era cuestión de tiempo, Kings estaba a un paso de ser cancelada y que NBC la relegue a verano no es sino otro síntoma de su mala salud. Tras haber probado el sábado durante un par de semanas, la serie volverá a la cadena el 13 de junio para acabar su primer temporada, que según Michael Green tiene un final bastante cerrado ya que la cancelación siempre había sido una posibilidad y los trece episodios se rodaron de una tacada.

Basándose grosso modo en La Biblia la premisa de la serie nos contaba la historia de un David recién llegado a la corte del Rey Silas, un ambicioso y totalitario monarca que ha sido la carismática pieza clave de la rueda argumental. La fuerza interpretativa de Ian McShane es gran parte del encanto de un producto que mezcla con tino la política, los conflictos éticos y las tramas palaciegas dignas de una soap opera aristocrática.

Su fin hace que no podamos comprobar hasta dónde podrían llegar estos caracteres que comenzaban a tener que enfrentarse a varias subtramas y problemas continuados que nos dará pena dejar atrás.

No es nada que nos pille por sorpresa pero sí lo lamentamos, porque aunque Kings no hubiese todavía logrado todo su potencial demostraba semana tras semana que tenía mucho por contar y personajes que desarrollar. Su original premisa no ha podido enganchar a una audiencia cada vez menos acostumbrada a ver dramas serializados en las cadenas generalistas, a cambio de multiplicar el número de procedimentales clónicos.

A todo esto se unen los malo tiempos de NBC, y eso se hace notar. Sus audiencias no son lo que eran y ya se ha acostumbrado a ser la cuarta opción de los mandos estadounidenses, pues lejos quedan los tiempos en los que contaba con arrasadoras producciones como Friends y Urgencias. Uno de los más polémicos mandamases del canal, Ben Silverman, había puesto mucho empeño en Kings y vació las arcas para invertir el gasto que necesitaba su creación. Para el piloto, la cadena de Universal se gastaría 10 millones de dólares, reduciendo los costes a cuatro en cada uno de los posteriores. Un dinero que se ha notado en la calidad técnica y visual del producto (a destacar una bella fotografía y grandes decorados), pero que a tenor de la audiencia ha podido hacer mucho daño a Silverman.

A mí sólo me queda decir God Save the King!

Vía | The Hollywood Reporter

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