Ryan Kwanten, Alexander Skarsgård y Stephen Moyer, los chicos sexies de True Blood (I)

Escrito por: Elisa Blanco @elisiya 15 abril 2010 2 minutos

La revista Details nos trae a tres de los hombres más sexies de la pequeña pantalla: Ryan Kwanten, Alexander Skarsgård y Stephen Moyer, protagonistas de True Blood. Un tontito seductor e irresistible y dos vampiros -sin más-. En la publicación hablan de su vida y de su trabajo y posan tan bien que rompen la cámara.

Alexander Skarsgård se fue a estudiar a Nueva York, pero por un amor adolescente regresó a Suecia, volviendo de nuevo a Estados Unidos siete años después. Un rubio imponente al que no le van mucho los rollos de Hollywood, aunque se le ha relacionado con dos bellas chicas: Evan Rachel Wood, su compañera en la segunda temporada de True Blood, que ha vuelto con el rockero, Marilyn Mason y con otra actriz totalmente distinta por su aspecto angelical, Kate Bosworth con la que compartió el rodaje de Straw Dogs. Además de haber aparecido en el vídeo de Lady Gaga Paparazzi. Cuenta que ser una estrella en Suecia es como ser una estrella en Omaha y que no hay paparazzi, pero si hay una mínima industria para haber sido cinco años consecutivos el sueco más sexy del año.

Su padre cuenta que cuando tenía doce años, ya tenía a chicas esperando fuera de su casa. Quería ser un chico nomal que jugaba al fútbol cuando decidió dejar de actuar su padre, el famoso actor Stellan Skarsgård le apoyó. Estudió filología inglesa en Leeds Metropolitan University en Inglaterra y después pasó quince meses en la marina sueca. En esa etapa tuvo mucho tiempo para pensar y se dio cuenta de añoraba estar en un escenario o en un set de rodaje.

«Yo pensé, oh vampiros, no sé», admite. «Pero, entonces me dijeron que Alan Ball estaba detrás del proyecto y yo era un gran fan de A dos metros bajo tierra y de American Beauty. Grabé una cinta con mi audición desde un habitación de hotel en Mozambique«. Alexander optaba al papel de Bill Compton -que fue a parar a Stephen Moyer». «Alex no era sufienemente recto para ser Bill», recuerda Ball, «pero recuerdo que era tan gigante y tan bello. Así que cuando tuvimos que hacer el casting para Eric, pensé en él. Tenía los ojos más asombrosos, por su color, un azul verdoso…» Una mirada sorprendente de la que hemos disfrutado en la serie y disfrutaremos aún más en la tercera temporada.