De normal, el concurso de Supervivientes tiene una virtud y es que consigue mostrar el lado más humano de las personas. El ejemplo más claro lo tenemos en Sonia Monroy que ha conseguido alejarse de la imagen que el público tenía de ella para mostrar su lado más luchador y fuerte. Algo parecido le ha pasado a Tatiana Delgado, una desconocida pero que a la vez, tal vez su imagen física puede dar pie a que se le etiquete como una persona superficial. Sin embargo, detrás de todos los estereotipos hay errores y equivocaciones, por eso, merece la pena conocer a las personas.
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