True Blood despide su tercera temporada con 5.4 millones de espectadores
Se quedan cortos los doce episodios de True Blood que llegaron a su fin el pasado domingo 12 de septiembre en HBO, tanto esperar, tanto desear que empezase la tercera temporada y ahora tenemos que esperar hasta junio del año que viene para resolver el gran misterior que como cada temporada nos deja Alan Ball.
El final de la tercera temporada fue visto por 5.4 millones de espectadores lo que supuso un incremento del cinco por ciento respecto a la pasada entrega donde como ya sabéis Bill Compton era secuestrado de forma muy misteriosa -de la tercera no digo nada-. El resultado es mejor aún si consideramos que se enfrentaba contra el partido de fúbtol americano más visto de la historia.
Unos estupendos datos para una serie que comenzaba en 2008 con 1.44 millones de espectadores, sin embargo ya en noviembre de 2008 llegó a sumar 6.8 millones -en todos sus pases de un mismo capítulo- y el final de la primera temporada fue visto por 2.4 millones.
La segunda temporada ya comenza en junio de 2009 con 3.7 millones de fieles, y suponía la emisión más vista de la cadena desde Los Soprano, junto a las repeticiones, el número subía a 5.1. El décimo episodio conseguía 5.3 millones y el final de temporada era visto por 5.1 millones.
El undécimo episodio de la tercera temporada marcaba otro record con 5.44 millones y era la emisión de cable más vista de la semana. Ésta última temporada debuta con 5.1 millones. Además, el pasado domingo de HBO trajo el final de temporada del Séquito que reunió a 2.7 millones de fieles y de Hung que sumaba 2.3 millones de espectadores.
Vía | TV By The Numbers
Actualidad Audiencias Internacionales Profesionales Programación Series #Alan-Ball #Anna-Paquin #Bill-Compton #El-séquito #HBO #Hung #Stephen-Moyer #tercera-temporada-de-True-Blood #True-Blood
Gran Hermano Revolution: esta es la cobertura de Mediaset sin 24 horas 
Tiempos de guerra, una ficción hecha a medida 
Estos son los concursantes de Gran Hermano Revolution un comentario
se ha acabado la tercera de «True Blood». ¡Socorroooooooooooooo!
Que cómo se me ha quedado el cuerpo: hecho trizas. ¿Y la mente? Destrozada. ¿Y el corazón? Resquebrajado. Y esto que afirmo no es hipérbole (recurso que adoro, como ya saben mis pocos, pero fieles, seguidores), sino realidad. Dramática, pero realidad al fin y al cabo.
Y qué nos ha regalado «True Blood» en el último capítulo de su tercera temporada: belleza (dios, qué imágenes finales en casa de Bill, con él y la reina), mucha plasticidad (qué me decís de Bill y la reina levitando), unos planos hermosisímos (la reina en el espejo es genial), un juego de luces y sombras sensacional (la escena de Sookie en la tumba de su abuela es perfecta), una música que te traslada al más profundo sur estadounidense (no os perdáis la que acompaña a Sam cuando va por el Merlotte buscando a su hermano) y un montón de historias patas arriba.
No voy a revisar aquí todo el capítulo, porque los seguidores de la serie ya lo habrán visto y a los que no les guste ni siquiera leerán la entrada, pero sí he de decir que no voy a tener miramiento con los spóilers.
http://lopensaremanana.blogspot.com