True Blood, fin de la primera temporada

El 23 de noviembre concluía la primera temporada de True Blood, la nueva propuesta de Alan Ball para la HBO. Después de la exitosa serie de culto y obra maestra A dos metros bajo tierra, el guionista de American Beauty se ha sumergido en la ciencia-ficción y lo sobrenatural.
La acción se localiza en el sur de Estados Unidos donde existe una convivencia difícil entre vampiros y seres humanos. Los vampiros ya no necesitan sangre humana para subsistir, se alimentan de una bebida sintética, que imita a la sangre, Tru´ Blood y quieren convivir con los humanos en igualdad de derechos. Lo que origina un buen número de conflictos entre ambos colectivos.
La historia es una adaptación del libro de Charlaine Harris, Muerto hasta el anochecer, protagonizado por una sencilla camarera en apariencia, Sookie Stackhouse que se enamora perdidamente de Bill Compton, un vampiro. Mientras tanto, en el pequeño pueblo donde habitan se suceden una serie de crímenes sin resolver.
Por supuesto, nada es tan simple como parece y en el endogámico lugar todos ocultan sus pequeños o enormes secretos. Anna Paquin, la oscarizada niña de El Piano y protagonista de la saga X-Men, interpreta a Sookie, mientras que a Bill Compton le da vida el actor británico, Stephen Moyer.
En un primer momento la respuesta de la audiencia fue tibia, pero poco a poco ha ganado adeptos. Tras haberse emitido los doce episodios de los que consta la primera temporada, sus cifras se han aproximado a los tres millones de espectadores. La HBO confió en el proyecto y la renovó después de la emisión del segundo capítulo el 17 de septiembre.
La segunda temporada está anunciada para verano de 2009 y se presenta con un asesino detenido, algunos cabos sin atar y una muerta desconocida. Todavía quedan unos cuantos meses para saber más… Ésta es la frustración que genera las temporadas tan cortas en las series de cable.
Crítica Estrenos Internacionales Series #Anna-Paquin #Bill-Compton #Sookie-Stackhouse #Stephen-Moyer #True-Blood
Comentarios cerrados